jueves, 25 de octubre de 2007

32, o 23 de cabeza


Foto: Reo del 23


Por: Reo del 23

32, o lo que es lo mismo: 23 al revés o de cabeza.

Será porque estoy al revés. O porque estoy dado la vuelta?

O porque estoy acá, en un mundo dado la vuelta?

O porque he dado una vuelta más? 14 horas al futuro para ser exactos.

O será porque simplemente así debe ser?

23, ese fantasma que me persigue y que tuvo que ponerse patas arriba, acá, donde me cogió de cabeza, en un mundo que parece estar al revés, pero que en realidad tiene bien puesta la cabeza.

Ese 23 que nunca tuvo mucho sentido, ni mucho sentido de persecución, y que acá toma otra forma. Su forma oriental quizá? Mi forma oriental será?

Será que el 32, que es el 23 de cabeza, es el preámbulo para acabar con los fantasmas que me trajo el 23 mientras no estuvo de cabeza?

O será talvez que la vida me pone 32 para sacarme al 23 de una vez por todas de la cabeza?

Porque bien o mal estos 31 no han estado tan mal. O si? O con 32, osea 23 de cabeza, los siguientes 31 van a estar mucho mejor?

Porque, e insisto, estos 31 no han estado tan mal. A los 13 la primera cerveza; a los 17 la primera mujer; a los 21 el primer amor, de verdad claro; a los 25 el otro; a los 26 el Martín; a los 28 el grado; y a los 30 el cine y la foto de una buena vez.

Y los 31, que comencé con los ojos y el corazón iluminados, los estoy terminando acá, sentado, sólo, al otro lado del mundo, donde todos podrían verme al revés, o de cabeza.

Será que a los 32, osea 23 de cabeza, acá, en este mundo de cabeza, los de mi mundo, allá, en ese mundo que anda al revés, dejarán de verme de cabeza? O llegaré yo, con la cabeza al revés, a darme cuenta que no soy yo el que anda al revés, sino mi mundo que anda de cabeza?

Feliz cumpleaños a vos, de 32, que andas pensando al revés y que en el fondo quisieras que ande todo al revés, osea de cabeza, así como anda el 23.

Ojalá que así siempre fuera el 23, de cabeza, como acá el 32, donde, pese a estar al revés, llevo siempre bien puesta la cabeza. Y ojalá que el corazón, así como el 23 ahora, siempre anduviese de cabeza, para que no duela tanto estar al revés o de cabeza.